NEGRITO

El otro día te vi, fue extraño cuando me paré frente a ti en la calle sólo me miraste, me miraste por un instante y luego para regocijo de mi alma corriste con una tremenda sonrisa y me abrazaste, si me abrazaste sin cuestionar ni exigir nada sólo me abrazaste y me besaste creo que nunca había sentido tanto afecto en un acto de este tipo... claro que el abrazo sólo duró lo que duran 15 pasos, luego te saqué de entre mis brazos para entregarte y te fueras...

Cuando lo hice sentí que mis entrañas salían junto con tu cuerpo... mi alma se desgarraba y tu voz... si tu voz ¡Papá! decías... !Papá! y yo contestaba que ya iba que no te preocuparas... espérame que voy “altiro”... sabía que te estaba mintiendo, otra vez te estaba mintiendo... ¡Papá! insistías... cada llamada eran como puñales calientes clavados en lo más profundo de mi alma... ¡Papá!..... ¡Papá!......¡Papá!.... hasta que ya no pude oirte más...

Ese día… fue mi último día... estuve muerto... estuve muerto por casi dos horas, y reviví, reviví para luchar por ti y hacer las cosas bien.

Espero que la pesadilla haya terminado.

TE AMO.